AL LÍMITE.
La visión no tiene límites establecidos.
Cuando fotografiamos, hacemos un recorte de la realidad que mostramos como algo definido y acotado. Seleccionamos esa porción de espacio como una ventana a un mundo escogido, establecemos una frontera tangible de la imagen, que la separa de lo que se quiere dejar fuera. Normalmente buscamos equilibrio dentro del marco elegido, pero de vez en cuando podemos saltarnos las reglas.
Este trabajo presenta elementos en los bordes del encuadre. Son sujetos desubicados que pretenden escapar del espacio que se les asignó o bien lo contrario, que quieren colarse dentro de la imagen, sin pedir permiso. Su objetivo común es romper la armonía reglamentaria, sentirse libres de elegir su propio mundo, de esquivar los límites.
